Nos declaramos feministas porque defendemos la igualdad de las mujeres, y su derecho a decidir, a cambiar y a equivocarse. Su derecho a mandar, su derecho a organizar empresas y gobiernos, su derecho a decidir con quién quieren o no quieren trabajar y su derecho a hacer las cosas a su manera.

 

Nos declaramos femeninas porque nos gusta encontrarnos bien, arreglarnos, estar en forma, que nos digan que estamos estupendas, la moda, la belleza, los colores, el pelo bien cuidado, las cremas, maquillarnos, que nos mimen, que nos dejen pasar delante, que nos cuiden.

 

Somos féminas porque tenemos la capacidad de amamantar y de procrear y eso tanto si lo llevamos a cabo como si decidimos o no podemos hacerlo, nos da la capacidad de preocuparnos de los demás, de ocuparnos de ellos, de ser empáticas, de querer solucionar las cosas, de dar cariño, y en general, de intentar hacer más feliz la vida de los que nos rodean.

 

Creemos firmemente en la feminización porque estamos convencidas de que el mundo sigue siendo demasiado masculino y si se feminizara muchas cosas podrían mejorar. Feminizando el mundo habría más colaboración, se tomarían las decisiones de una forma más rápida, no habría tanta preocupación por parecer lo que no se es, se obtendría más de menos y muchas más cosas saldrían antes adelante.

 

Creemos en todo eso y lo queremos todo, pero no a cualquier precio, ni, de cualquier manera, sino con preparación, ilusión, esfuerzo, tenacidad, equilibrio y dedicación.

 

Seguiremos demostrando que las mujeres son muchas cosas y valen para más.

 

Seguiremos luchando para que niñas y mujeres se valoren y estén seguras de sí mismas, sin que los demás o los obstáculos a los que se enfrentan, les hagan perder la ilusión.

 

Seguiremos diciendo a nuestras hijas, amigas, colaboradoras, sobrinas, conocidas, que cada una es única e irrepetible y que su individualidad y sus gustos son importantes.

 

Seguiremos demostrando que querer es poder, que las apoyaremos y las ayudaremos para que consigan sus sueños, que su opinión es fundamental.

 

Seguiremos apoyando que ser cariñosas, positivas, empáticas, besuconas, habladoras, tozudas y generosas con los demás, no es incompatible con querer ser científicas, directoras generales, futbolistas, matemáticas o granjeras.

 

Seguiremos repitiendo que sus gustos e intereses sí que importan, que son necesarias e imprescindibles, en las familias y en la sociedad, que de su mano todo resulta más fácil y que si han intentando hacer las cosas bien, y han fallado, no pasa nada.

 

Seguiremos repitiéndoles que la vida está llena de momentos buenos y malos y que, aunque a veces se sientan sobrepasadas y no puedan hacer todo perfectamente, ni lleguen a todo, lo han intentado de verdad y que por todo ello son insustituibles.