Lubna de Córdoba fue una intelectual árabe-andaluza del siglo X, nacida esclava y de origen cristiano.  Experta en gramática y matemáticas, escribió poesía, fue responsable de la gran biblioteca real de Córdoba y secretaria del califa Alhakén II.

Nació en la segunda mitad del siglo X, en una familia cristiana, cuyos miembros trabajaban en Al-Andalus como esclavos. Se crió entre los muros del palacio del sultán Abderramán III, en Medina Azahara. Algunas fuentes afirman que  quizá pudo ser hija del califa y de una bordadora cristiana también esclava. Según documentos de la época, poseía una excelente caligrafía, y tenía amplios conocimientos de cálculo,  geometría, gramática y métrica árabe.

Organizadora de la biblioteca real

A pesar de su situación como esclava, consiguió muy joven un puesto de copista en la biblioteca real.  El encargado y jefe era el poderoso eunuco Talid, que tenía un taller de escribanía con copistas, miniaturistas, iluminadores y encuadernadores. En un principio, Lubna ocupó el puesto de copista y oficinista, pero pronto fue nombrada organizadora de la biblioteca.

Secretaria del califa

Con su inteligencia y amplia cultura -destacó por sus conocimientos de gramática, por la calidad de su caligrafía y por la belleza de su poesía-   impresionó a la familia real y a la nobleza. Poco  a poco fue progresando, de un modo casi impensable para una mujer, y consiguió su libertad, hasta ser nombrada  secretario personal del hijo de Abderramán III, Alhaken II.

Este último fue un califa inteligente, culto, estudioso, sensible y piadoso. Durante sus 15 años de reinado (961-976), fundó 27 escuelas públicas, en las que,  a cambio de elevados salarios, los eruditos enseñaban de forma gratuita a los pobres y huérfanos. Lubna fue maestra de matemáticas. Se decía que caminaba por las calles de Córdoba, enseñando ecuaciones a los niños, quienes la seguían hasta las puertas del palacio, mientras recitaban las tablas de multiplicar. Alhaken acogió en Córdoba a los sabios orientales que huían de la represión de los Abasidas y escribió una Historia del Al Ándalus.  Según algunas fuentes, Lubna pudo haber sido también su amante.

Córdoba

Las crónicas árabes afirman que, en esa época, vivían en los arrabales de Córdoba más de 170 mujeres letradas y cultas, dedicadas a copiar manuscritos valiosos o alcoranes. La Biblioteca Real de Córdoba, que llegó a incluir  más de 500.000 libros, fue una de las más importantes de su tiempo. La producción librera anual de esa ciudad era de 80.000 volúmenes.  Córdoba era entonces una ciudad de más de 200.000 casas, 600 mezquitas, 80 escuelas de enseñanza superior, 900 baños públicos y 50 hospicios. En el siglo X, era el mayor mercado de libros del mundo occidental.

La historiografía árabe afirma que Lubna trabajó también como traductora, escribiente, experta en adquisiciones para la biblioteca real y matemática. Fue nombrada conservadora de la Gran Biblioteca de Córdoba, a las órdenes de Jalid Ben al-Idrisí, amigo de la infancia y confidente de Alhaken.  Que se pusiera a una mujer a cargo de todo el saber escrito de su época y de todas las épocas vividas por el hombre   supuso una importante novedad. Se convirtió así en una de las personas más importantes en el palacio. Además de reproducir  y traducir manuscritos,  realizaba comentarios y anotaciones de su puño y letra en muchos de ellos. Indicaba la procedencia del autor y una breve reseña de la obra.

Junto al erudito, médico y diplomático  hebreo  Hasday Ben Shaprut, impulsó la creación de la biblioteca de Medina Azahara, que también tuvo gran relevancia.

El califa andalusí tenía copistas en Bagdad, que reproducían obras para la biblioteca real. A pesar de su condición de mujer, Lubna consiguió viajar a El Cairo, Damasco y Bagdad,  en busca de libros para añadir a la biblioteca. Y siguió escribiendo poesía sobre la vida en el palacio.

El historiador Ibn Bashkvl escribió: “Lubna dominó la escritura y la ciencia de la poesía, y su conocimiento de las matemáticas fue amplio y grande; ha dominado muchas otras ciencias y no había nadie más noble que ella en el palacio Omeya“.

Refugiada posiblemente en un palacio de Carmona (Sevilla), murió aproximadamente en el año 984. Fue un ejemplo de mujer brillante y luchadora en una sociedad árabe, que consiguió ganarse su libertad, y el respeto y la admiración de la corte real.

Fátima de Córdoba

Además de Lubna, la historia ha transmitido el nombre de Fátima, otra copista secretaria también del califa Alhakén II, a la que se hace referencia en los textos históricos.

Fátima vivió en la Córdoba del siglo X, y también fue copista y jefa de bibliotecarios. Posiblemente fue hija del astrónomo y polígrafo Abul Qasim Maslama ibn Ahmad al-Mayrity.  Experta en gramática y poética, era amiga íntima de Lubna y trabajó con ella.  Fue una de las encargadas de la supervisión de las 70 bibliotecas que el califa fundó durante su reinado.

Ojeadora de libros en Oriente

Como parte de su responsabilidad, ella también recorrió los mercados y librerías de Bagdad, Constantinopla, El Cairo y Samarcanda, como ojeadora de libros, para ampliar la colección de Alhakén II. Creó un sistema de clasificación y catalogación, que incluía todos los títulos de la biblioteca y los datos sobre temáticas y sobre dónde estaba situados.

Su círculo de amigos incluía mujeres y hombres eruditos, que se encargaban de traducir las obras que ella recopilaba al árabe y al latín.

Tras la muerte de Alhaken II, su hijo Hixan, de 11 años, fue manipulado por su visir Almanzor y por sus partidarios. Entre otras desafortunadas decisiones, Almanzor convocó a los ulemas para atraerlos a su causa y volverlos de su parte. Les ofreció señalar todas las obras que trataran de filosofía, astronomía y cualquier otra ciencia, que manifestara elementos contrarios a los fundamentos del Islam y las quemaran. Muchas obras y conocimientos que se habían conservado y transmitido durante siglos desaparecieron en la fogata que las autoridades de Al-Ándalus prendieron en el año 979.

La historiadora Kamila Shamsie  afirma que el personaje de Lubna podría referirse a dos o tres mujeres reales de amplia cultura, que vivieron en la corte de Córdoba.

Mas información, en wikipedia,  Cordobapedia, El día de Córdoba,    historia de mujereslycos,

Margarita Bernis, “La ciencia hispano-árabe”, 1956.

Audrey Shabbas y Ellen 0. Wasfi, The Role of Women in Islamic Spain, en “The First Renaissance in Europe: Islamic Spain.