Este es el eslogan que identifica la reivindicación de miles y miles de personas que se han concentrado en distintas ciudades de España durante la semana de la investidura del nuevo presidente de la Junta de Andalucía, pidiendo que en cuestiones de igualdad no se dé “ni un paso atrás”.
Me extraña que haya personas, en especial mujeres, que no entiendan que otras mujeres hayan salido a la calle con este propósito. El nuevo presidente de la Junta de Andalucía llega a la presidencia con el apoyo de un partido, que lleva en su programa electoral, como una de sus propuestas estrella, la derogación de las leyes de violencia de género e igualdad. De hecho, condicionaba su apoyo a la candidatura del PP, a la supresión de las ayudas para desarrollar la Ley andaluza contra la violencia machista de 2018 que PP y Cs habían suscrito en un acuerdo previo. Y si algo caracteriza a la clase política, a toda la clase política de cualquier ideología, es que son capaces de pactar hasta con el mismo diablo por conseguir o perpetuarse en el poder.
Finalmente se ha impuesto la cordura y el nuevo partido ha cedido. Pero sorprende la irrupción de propuestas que podrían poner peligro lo conseguido hasta ahora en la lucha por la igualdad y la violencia de género. De ahí que muchas personas hayan salido a la calle para decir: ¡Ni un paso atrás!, cuando además esto no significa, en ningún caso, ir contra el varón, ni discriminarlo.
Pacto de Estado contra la violencia de género
Cabe recordar que en diciembre de 2017 se aprobó en el Parlamento, con el consenso de todos los partidos excepto Podemos que lo consideró insuficiente, un Pacto de Estado contra la violencia de género. Este Pacto recoge medidas que, en su mayoría, están contempladas en la normativa internacional. No se trata, por tanto, de un fenómeno nacional.
En su programa electoral, Vox propone que se dediquen recursos a la violencia intrafamiliar en lugar de a la violencia de género. Por violencia de género se entiende la que se ejerce contra mujeres y niñas por el mero de hecho de serlo y es diferente de la denominada violencia doméstica o intrafamiliar, que pueden padecer también los varones. Pero ¿de qué estamos hablando? Veamos los números: 975 mujeres han sido asesinadas por hombres en España desde 2003, y 47 en 2018. No he encontrado números fiables sobre el número de hombres asesinados a manos de mujeres durante un periodo concreto, pero parece que estadísticamente estaríamos hablando de aproximadamente un 90% de mujeres asesinadas por violencia machista frente a un 10% de hombres asesinados por sus parejas mujeres.
Parece por tanto razonable que se destinen ayudas para la asistencia social, educativa, sanitaria, psicológica, judicial y laboral de las víctimas de violencia de género, para garantizar su acceso a casas de acogida, para la adecuación de juzgados y comisarías que impidan el contacto víctima/agresor y para que haya unidades especializadas que atiendan 24 horas los siete días. Asegurar la transparencia en la gestión de estas ayudas por parte de las instituciones, públicas o privadas, responsables de la misma es esencial, como lo es, la transparencia en la gestión de cualquier dinero público destinado a cualquier otro fin.
Otro de los argumentos es que a veces hay denuncias falsas. Sin embargo, tanto la Fiscalía General del Estado como el Consejo General del Poder Judicial afirman que representan el 0,1 % del total. Aun así, todo es mejorable y es posible que haya que revisar y mejorar los procedimientos y protocolos para minimizar estos casos y sus posibles impactos injustos. Pero, en ningún caso, la ley de violencia de género se debe derogar por este motivo.
Aunque se ha avanzado mucho, aún queda mucho camino por recorrer para que haya una igualdad real entre hombres y mujeres. Todavía mis hijas tienen miedo cuando vuelven solas a casa por la noche. Todavía “no he escuchado a ningún hombre pedir consejo sobre como compaginar trabajo y familia”. Todavía hay un mínimo porcentaje de mujeres en los consejos de administración… así que ¡Ni un paso atrás!
“90% de mujeres asesinadas por violencia machista frente a un 10% de hombres asesinados por sus parejas mujeres”
Frase Tendenciosa. ¿Por qué si matas a una mujer es violencia machista y si matas a un hombre no es violencia feminista?
De todos modos, lo que se queja VOX (y no soy votante de VOX) es de una Ley que va contra el principio constitucional de que no se puede diferenciar por raza, SEXO o religión. La Ley de Violencia de Género discrimina al hombre. Un asesinato es un acto punible independientemente del género de la víctima. Protejamos a las mujeres, pero no a coste del Estado de Derecho.
Hola de nuevo Falcon,
Ya te echábamos de menos por aquí. Te agradecemos mucho tu comentario.
Respecto a tu primera puntualización, tristemente, cuando hablamos de violencia machista todo el mundo ya sabe a que nos estamos refiriendo por el numero tan elevado de casos que se producen cada día de violencia de género que, como contamos en el artículo, es la que se ejerce contra mujeres y niñas por el simple hecho de serlo.
Respecto al segundo punto: el Tribunal Constitucional avaló la constitucionalidad de la Ley de violencia de género en 2008 enmarcándola en la llamada “discriminación positiva” que se contempla en la Constitución cuando dice: “Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social”.
Hasta que se llegue a una igualdad real entre hombres y mujeres, nos parece necesario aplicar esta discriminación positiva no sólo en éste, sino en otros ámbitos, como forma de avanzar y empujar el camino hacia la Igualdad real. Ojalá se hubiera conseguido ya y no fuera necesaria.