Matilde Ucelay Maortua fue la primera arquitecta española, una profesional republicana represaliada y Premio Nacional de Arquitectura.

Nació en Madrid en 1912, dentro de una familia ilustrada y liberal de cuatro hijas. Su padre era abogado y su madre, Pura Maortua, pionera del teatro independiente. Fundó la compañía de teatro Anfistora, fue amiga de Federico García Lorca y miembro del Lyceum Club Femenino.

Matilde estudió en el Instituto Escuela, donde se seguían los principios pedagógicos de la Institución Libre de Enseñanza. Hizo también la carrera de piano y en todo tuvo excelentes calificaciones.

La primera española licencia en Arquitectura

En 1931 ingresó en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Madrid, junto con Lali Úrcula, que no acabó la carrera, y Cristina Gonzalo. Cuando se matriculó, se tuvo que acondicionar un aseo femenino para ellas. Fue miembro activo de la Federación Universitaria Escolar (FUE).  Junto con Fernando Chueca Goitia, realizó dos cursos en uno,  por lo que acabó la carrera en junio de 1936, un año antes de lo esperado y tres días antes del alzamiento del general Franco.

El 10 de julio de 1936, sus compañeros le rindieron un homenaje en el Hotel Nacional, por ser la primera licenciada en arquitectura de España. En el acto estuvieron presentes el también arquitecto Amós Salvador Carreras, ministro de Gobernación, y  el arquitecto Teodoro de Anasagasti, entre otros. En 1936 era la única mujer miembro de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.

Con la guerra, la vida en Madrid empezó a ser peligrosa para la familia. Su padre había recibido amenazas y además, se le había gangrenado una pierna,  por lo que se trasladaron a Valencia. Allí, con 24 años, se casó con José Ruiz Castillo, abogado y miembro de una conocida familia de editores madrileños. Eran propietarios de la editorial Biblioteca Nueva, que siguieron dirigiendo durante la postguerra y posteriormente se vincularon a la Revista de Occidente. Tuvieron dos hijos: José Enrique y Javier.

Represaliada

Cuando finalizó la Guerra Civil, fue juzgada en consejo de guerra, por haber participado en la Junta de Gobierno del Colegio de Arquitectos de Madrid. Aunque quedó sin cargos, fue depurada profesionalmente por la Dirección General de Arquitectura, acusada de “auxilio a la rebelión“. A pesar de que en el juicio presentaron testimonio a su favor numeras personas, fue sentenciada en 1942 a inhabilitación  para cargos públicos, directivos y de confianza, prohibición para el ejercicio privado de la profesión durante cinco años e indemnización de 30 000 pesetas. De hecho, el título obtenido en 1936 no le fue expedido oficialmente hasta el año 1946.  También fue vetada su candidatura a la junta directiva de la Asociación de Mujeres Universitarias, de la que había sido fundadora con el carnet número siete.

Como afirmaba continuamente, “Las mujeres, si no tienen independencia económica, no tienen libertad“.  Montó un estudio de arquitectura en su propia casa y, entre 1940 y 1981, realizó más de 120 proyectos, como arquitecta privada. Mientras estuvo inhabilitada, hasta 1945, no pudo firmar sus proyectos; lo hacía su amigo Aurelio Botella. Sus principales clientes fueron personas de la alta burguesía madrileña, muchos de ellos mujeres y también extranjeros. “Tuvo que ganarse una clientela entre la colonia extranjera que vivía en España. Los españoles por entonces no confiaban en una mujer”, explica su hijo Javier Ruiz-Castillo.

Por las mañanas diseñaba viviendas y por las tardes cogía el tranvía y visitaba las obras. “Recuerdo  -explica su hijo-  las visitas de mi madre a las obras en los años 50 y 60. Ella solita, en medio de todos los hombres: albañiles, electricistas, fontaneros…. Conseguía que la respetaran, siendo muy femenina. Cuando podía, iba de Balenciaga“.  Al final se cansó de tanto tranvía y como era muy decidida, un día se sacó el carné de conducir y se compró un 600.

La casa Oswald, de 1953, en Puerta de Hierro, le abrió las puertas del reconocimiento social.  Entre sus proyectos más destacados, se encuentran la casa Bernstein, la casa Marichalar, la de Ortega Spottorno, la de Simone Ortega, la casa Ucelay en Long Island (Nueva York) para su hermana Margarita, las librerías Turner e Hispano-Argentina en Madrid, etc.

Se especializó sobre todo en grandes mansiones situadas, en general, en las mejores zonas de Madrid y de otras ciudades.  Sus casas destacan por tener en cuenta la vida de las personas que residirían en ellas, por el cuidado y la riqueza en los detalles constructivos: herrajes, picaportes, chimeneas… y por un diseño intimista, ligado al usuario y al entorno. Colaboró en ocasiones con el paisajista Couchepin.

En 1998 la Asociación La Mujer Construye la reivindicó, por ser la primera mujer licenciada en Arquitectura en España. En 2004, obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura y, dos años después, participó en la Bienal de Venecia de Arquitectura, en el pabellón España nosotras, las ciudades.

Falleció en Madrid en 2008. Diez años después, el Ayuntamiento de Madrid puso su nombre a un jardín del distrito de Chamberí.

Más información, en wikipedia, El mundo, Hay arquitectas, No me cuentes cuentos,