Uno de los jardines más íntimos, serenos, austeros, casi cotidiano… de Madrid es el jardín dieciochesco del Príncipe de Anglona. Está situado en la Plaza de la Paja (barrio de La Latina); entre la plaza de la Cebada y la calle de Segovia. Y enfrente de la Capilla del Obispo. Se trata de un pequeño espacio natural de estilo neoclásico, con toques de jardín hispano-árabe y aire toledano.

Se accede por una pequeña puerta situada en la plaza de la Paja, abierta en la tapia de ladrillo que rodea el jardín. Desde la entrada, se observa un espacio casi cuadrado con árboles de grandes dimensiones, pequeños parterres, setos de boj, plantaciones de pradera, rosas, algunos bancos… todo ello distribuido en tres zonas.

En el centro, hay una pequeña fuente de granito cuya base tiene relieves en espiral, simulando una columna salomónica. De ella salen varios caminos realizados en ladrillo.

En la parte del jardín que da a la calle de Segovia hay un paseo con una pérgola y una rosaleda. Por último, en una de las esquinas aledañas a la plaza de la Paja, aparece un romántico cenador de hierro.

Palacio del Príncipe de Anglona

El jardín pertenecía  a la casa palaciega construida en 1530 aproximadamente, como residencia de Francisco de Vargas, consejero de los Reyes Católicos y de Carlos I.  Desde el siglo XIX, este edificio fue denominado palacio del Príncipe de Anglona, en honor a uno de sus habitantes: Pedro de Alcántara Téllez-Girón y Alfonso-Pimentel, príncipe de Anglona, marqués de Jabalquinto y miembro de la Casa de Osuna, quien destacó como militar en la Guerra de la Independencia. Otro de sus moradores ilustres fue el conde de Benavente.

La forma en que el jardín se conserva actualmente corresponde al rediseño que se hizo en 1802, a partir del trazado que diseñó y realizó Nicolas Chalmandrier en 1761: una pequeña zona de recreo de estilo neoclásico, con aires de jardín hispano-árabe. Durante el siglo XX, el jardín quedó abandonado, hasta 1978 en que se rehabilitó.

Un hermoso jardín histórico todavía poco conocido, para dar un pequeño paseo, descansar con un libro o un periódico y escuchar con quietud el Madrid de los Austrias.

Horarios de visita: De 10.00 a 22.00 en horario de verano (de marzo a septiembre) y de 10.00 a 18.30 en invierno.