Stephen Hawking ha sido el físico más conocido desde los tiempos de Einstein. Parece increíble que un enfermo de ELA (esclerosis lateral amiotrófica) que en los últimos tiempos únicamente era capaz de mover algunos músculos de su rostro, haya sido uno de los mejores comunicadores y divulgadores científicos de nuestro tiempo. Quizá estaba escrito en su destino pues nació en el 300 aniversario de la muerte de Galileo Galilei.

Su vida

Stephen Hawking nació en Oxford a donde se había trasladado la familia huyendo de los bombardeos alemanes sobre Londres. Fue el mayor de los cuatro hijos del prestigioso biólogo Frank Hawking y de Isobel Walker que había realizado estudios de Filosofía, Economía y Política. Constituían una familia un tanto bohemia; habitualmente comían en silencio mientras los comensales leían y no se prestaba demasiada atención al orden y limpieza domésticos. Como curiosidad, el coche familiar era un clásico taxi negro londinense.

Cuando tenía ocho años, su familia se mudó a St. Albans, un pueblo al norte de la capital británica. Stephen fue un estudiante mediocre en la escuela de St. Albans, sin embargo su facilidad para las ciencias ya fue reconocida por sus compañeros que le apodaron “Einstein”.

Su padre se empeñó en que estudiara en el University College, uno de los collegues más antiguos de la Universidad de Oxford, donde él había estudiado. Hawking quería estudiar Matemáticas pero como este grado no se impartía en el University College, se decantó por la Física. En 1962 después de tres años y sin mucho trabajo, según él mismo calculó estudió solo una hora al día, obtuvo su título en Física con honores. Una beca le permitió realizar estudios de post-grado en la Universidad de Cambridge, donde se especializó en Física Teórica y Cosmología. A esta Universidad ha seguido vinculado hasta el final de sus días.

En Cambridge empezaron a agudizarse los síntomas que ya había detectado en Oxford y en 1963, un año después de licenciarse, se le diagnosticó la enfermedad ELA y le dieron dos años de vida. Como resultado, cayó en una profunda depresión y pasó los siguientes dos años dedicado a escuchar a Wagner, leer ciencia ficción y beber. Cuando la enfermedad pareció estabilizarse regresó con entusiasmo a la investigación.

En 1965 se casó con Jane Wilde, estudiante de filología. Su matrimonio, del que nacieron sus tres hijos, se rompió en 1990. Hawking se volvió a casar en 1995 con Elaine Mason, una de sus enfermeras, cuyo anterior esposo había creado su sintetizador de voz. Se divorciaron en 2006 tras una serie de controversias sobre supuestos abusos físicos por parte de Elaine que él siempre negó.

Stephen Hawking falleció en la madrugada del 14 de marzo, el Día de Pi, en su casa de Cambridge, a los 76 años. En los últimos tiempos ya no podía mover ni un dedo, los músculos de su rostro se habían convertido en las últimas herramientas corporales que le quedaban para comunicarse, activando con la mejilla derecha un sensor acoplado sobre sus gafas, seleccionaba palabras en su ordenador que eran transmitidas a través de un sintetizador de voz. Aún así, hasta poco antes, continuaba dando conferencias y concediendo entrevistas. En una de éstas últimas dijo: «Espero que se me recuerde por mi trabajo en el campo de la cosmología y los agujeros negros».

Su obra

Durante sus primeros años en Cambrigde, Hawking estudió la obra de Roger Penrose, un físico, matemático y filósofo que logró probar como correcta la Teoría de la Relatividad de Einstein y estableció el concepto de singularidad asociada a los agujeros negros. Penrose tenía la teoría de que en el centro de un agujero negro había un punto donde el espacio y el tiempo se rompen, una singularidad.

En los 70, Hawking llevó esa teoría más lejos y fue el precursor de la teoría del Big Bang. Consideró que si en los agujeros negros había una singularidad, tenía que haber otra en el mismo universo, un punto de ruptura y de comienzo desde el cual el universo se expande. Ese punto de densidad infinita y momento cero es conocido como el Big Bang. Sin embargo esta idea no fue tenida muy en cuenta porque Fred Hoyle, el astrofísico más prestigioso del momento, la consideraba absurda. En su lugar, el renombrado astrofísico pensaba que la densidad del universo nunca cambiaba. A esa teoría se la conoce como Teoría del Espacio Estacionario. Hoy en día prevalece claramente la teoría de Hawking.

Fue un gran experto en agujeros negros y realizó en 1974 la prediccion teórica de que los agujeros negros emiten radiación, lo que se conoce hoy en día como radiación Hawking. Esta teoría es una aplicación de la mecanica cuántica en las proximidades de un agujero negro. Si esta radiación existe (no es posible comprobarlo experimentalmente por el momento) los agujeros negros no durarán indefinidamente, como se pensaba, sino que acabarán por evaporarse.

Hawking siempre será reconocido por sus intentos de aunar la Teoría de Relatividad general con la Teoría cuántica, lo que se conoce como la Teoría del Todo, de ahí el nombre de la película sobre la vida del científico que aprovecho para recomendar a quien no la haya visto.